Brotes de haiku
"Las mejores y más bellas cosas en el mundo no pueden verse, ni siquiera tocarse. Ellas deben sentirse con el corazón" Helen Keller.
lunes, 20 de noviembre de 2023
Takakuwa Rankō (1726-1798) fue un
haijin de Kanazawa, alumno de Wada Ki-in (1700-1750). Nacido en el
seno de una acaudalada familia de comerciantes, viajó por todo el
país y finalmente se estableció en Kioto, ejerciendo como médico.
Gran admirador de Bashō y de su poesía, erigió un pequeño
santuario (el Bashō-dō ) en su honor en 1783. Desde 1786, fue
también el promotor de un encuentro poético anual dedicado a la
figura del maestro. Entre sus principales alumnos se encontraba el
poeta Sakurai Baishitsu
(1769-1852).
llega el otoño -
en la tienda
una muñeca
caída al suelo
noche de luna -
croa
una rana
escalando la roca
río de verano -
en
la orilla la llama residual
de un farol de pesca
bosque
primaveral
incluso los pájaros perseguidores
tienen
sueño
Primero del año -
los pinos están en
silencio
en Higashiyama
Sólo se escucha
caer camelias blancas,
noche de luna
Sakurai
Baishitsu nació en 1769 en Kazanawa, Ishikawa, Japón. Su verdadero
nombre era Yoshimichi.
La ocupación de su familia era afilar
espadas. Mientras se dedicaba a esta ocupación, cultivaba el
haiku.Fue alumno de Takakuwa Rankoo. En 1804 traspasó el oficio
familiar a su hermano y se trasladó a Kioto en 1807, después a
Osaka y en 1823 se trasladó a Edo.
Se
convirtió en uno de los mayores maestros de haiku de la época.
Murió en Kioto el 1 de octubre a la edad de 84 años.
cae
una camelia
el gallo canta y otra vez
cae una camelia
noche
de invierno -
he perdido la aguja
qué peligroso
¿Cantó
la luna?
Tan
sólo fue un lamento
de
un cuco pequeño
Bajo
los árboles y la hierba
la sombra de alguien
rompiendo un
plato
Luna
llena en otoño -
Más oscura que las sombras de árboles y
plantas,
sombras humanas.
sábado, 21 de octubre de 2023
Nishiyama Sōin, nombre original Nishiyama Toyoichi, (nacido en 1605, provincia de Higo, Japón, fallecido el 5 de mayo de 1682, Kyōto), poeta de principios del periodo Tokugawa (1603-1867) que fundó la escuela Danrin de poesía haikai.
es una patata excavada
en el monte Koya
Los
gansos
que vuelan en el cielo
parecen letras holandesas
Ahora
tengo berenjenas
Edo de color púrpura,
jóvenes y carnosas.
Con
la lluvia
de principios de verano,
las nubes cubren el cielo
Sorprendentemente,
un copo de nieve se ha posado
en el borde de la carta
Contemplando
las flores de cerezo
me empieza a doler
el cuello.
Todavía
queda algo de aceite
en la lámpara crepuscular.
Un cuco canta.
Llega
el otoño.
¡No te vayas sin mí!
Las hojas caen una a una
sobre el bote.
Lluvia
de mayo:
es
hoja de papel
el
mundo entero.
Mientras un trago de sake
pasa por la garganta,
aparece la luna
miércoles, 20 de septiembre de 2023
Haiku moderno en Japón: Hasegawa Kai
Hasegawa Kai nació en la prefectura de
Kumamoto en 1954. Kai", que significa remo, es un haigô o
seudónimo elegido por el poeta. Se licenció en Derecho por la
Universidad de Tokio, y al principio trabajó para un gran periódico,
el Yomiuri Shimbun, del que dimitió más tarde al dedicarse más a
fondo al haiku.
Kai estudió haiku primero con Hirai Shôbin (1931
- 2003), y después con Ameyama Minoru (1926-2000). Publicó su
primera colección de haiku, Koshi, en 1985, y creó una revista con
ese nombre en 1993. Koshi es el antiguo nombre de la prefectura de
Niigata, donde se escribieron muchos de los haiku del primer libro
del poeta, y también invoca la tradición clásica. Recibió el
Premio Kusatao por su cuarta colección, Kokû (El vacío).
Si
varios de los haiku traducidos aquí tienen un tono elegíaco, se
debe a que el poeta experimentó varias pérdidas personales
importantes durante el tiempo en que los compuso.La más notable de
estas pérdidas fue claramente el fallecimiento del mentor del poeta,
Ameyama-sensei. Pero otras personas recordadas incluyen al bisabuelo
del autor, que se vio obligado a exiliarse por motivos políticos
tras la caída del gabinete Katsura a principios del periodo Taisho
(1912-1926).
El profesor Hasegawa Kai es autor de más de 20 libros de crítica de haiku y poeta galardonado. Actualmente ocupa un puesto en el periódico Yomiuri como crítico de haiku y de otras obras literarias y culturales. Con frecuencia actúa como jurado en concursos nacionales de haiku.
El gran
vacío
del cielo
todo lo que
queda
Sus restos enterrados
descansan bajo
la
bruma primaveral
en el cielo
primaveral
seguramente deben estar flotando
partículas de
polvo
la luna de primavera -
recuerdos de
Osaka
recuerdos de Kioto
del vacío
viene
la fragancia de las flores
de la vid Teika
Desde
lo alto
proyectando una sombra sobre este mundo -
el joven
bambú
almohada de bambú -
¿qué es
lo que me corta
hasta los huesos?
una noche en un sueño
una
columna de nubes
en algún lugar del cielo
América como padre
Japón
como madre -
una puesta de sol ardiente
¿qué dioses?
decrépitos y feos por la edad
grandes árboles
de verano
invierno profundo
dentro
del pilar
el correr de las olas
el mar
turbulento
que se extiende hasta la isla de Sado
la Vía
Láctea
verano oscuro
una grulla de corona roja,
acunada
como en mi camino
hierba de verano -
una
vez esta tierra
eran personas
mar profundo -
hasta
las montañas duermen
una tras otra.
de un recuerdo
lejano
llega el canto
de una cigarra
el
resplandor
del sol ardiente
entristecido por la
tierra
escucha
la pena lejana
de la marea de
verano
cielo
y tierra
se
vuelven mi morada...
Cerezos
en flor
las lluvias de principios
de verano
que caen sobre la isla
cayendo sobre el mar.
sábado, 19 de agosto de 2023
Sei Shonagon, El libro de la almohada
Sei Shōnagon, (nacida hacia 966, Japón - fallecida hacia 1025, Japón), poeta y cortesana cuyo ingenioso y erudito Libro de la Almohada (Makura no sōshi) exhibe un brillante y original estilo de prosa japonesa y es una obra maestra de la literatura japonesa clásica. También es la mejor fuente de información sobre la vida de la corte japonesa en el periodo Heian (794-1185).
Se discute cuál era su nombre real, aunque la opinión más extendida es que se llamó Kiyohara Nagiko. Su sobrenombre está formado por la combinación de un título protocolario ("Shōnagon", tercer subsecretario de Estado) y un apellido familia ("Sei" es la pronunciación china del carácter con que se escribe la primera parte del apellido de la autora, "Kiyohara", que significa "campo puro")
. Sei Shōnagon era hija del poeta Kiyohara Motosuke y estuvo al servicio de la emperatriz Teishi (Sadako) en la capital de Heian-kyō (Kyōto) desde el año 993 hasta el 1000 aproximadamente. Poco se sabe de su vida fuera de su época en la corte.
Su Libro de la Almohada, que abarca ese periodo, consiste en parte en memorias vívidamente relatadas de sus impresiones y observaciones y en parte en categorías como "Cosas molestas" y "Cosas que distraen en momentos de aburrimiento", dentro de las cuales enumeraba y clasificaba a las personas, eventos y objetos que la rodeaban. La obra destaca por las sensibles descripciones de Sei Shōnagon sobre la naturaleza y la vida cotidiana y por su mezcla de sentimientos apreciativos y los juicios de valor desapegados, a veces cáusticos, típicos de una mujer sofisticada de la Corte.
Hacia el año 994, Sei Shonagon empezó a escribir el diario en el que, lejos de conformarse con anotar sus propias vivencias e inquietudes, ofrecía una sutil y amena descripción del mundo aristocrático al que por aquel entonces pertenecía, descripción plagada de humor e ingenio y enriquecida por la asombrosa libertad que exhibió la escritora a la hora de emitir juicios -a veces, bastante corrosivos- sobre sus contemporáneos. A esta agudeza crítica, Sei Shonagon añadía un admirable refinamiento estilístico y una brillante exhibición de su capacidad reflexiva, de la que extraía numerosos aforismos que aproximan su Makura no soshi al género del ensayo o del tratado. Y, simultáneamente, ofrecía en muchas partes del texto un exhaustivo catálogo de nombre de aves, flores, sensaciones, emociones, comportamientos humanos, accidentes geográficos y fenómenos naturales que, al tiempo que conformaban su visión del mundo y su experiencia vital, le permitían ensayar una división de la realidad circundante en dos grandes bloques: el de las cosas que dan placer y las cosas que desagradan.
El ingenio y la inteligencia de Sei Shōnagon le aseguraron un lugar en la corte de Teishi. Esas cualidades también le granjearon enemigos, como por ejemplo coetánea Murasaki Shikibu, quien declaró que Sei Shōnagon era engreída aunque reconocía su gran talento literario. Aunque era capaz de una gran ternura, Sei Shōnagon era a menudo despiadada en el despliegue de su ingenio, y mostraba poca simpatía por aquellos desafortunados cuya ignorancia o pobreza los hacía ridículos a sus ojos. Su habilidad para captar alusiones o para componer en un instante un verso exactamente adecuado a cada ocasión es evidente a lo largo de su Libro de la Almohada.
Posiblemente sea el nikki o diario íntimo más famoso de la literatura japonesa. También ha sido calificado como «tratado» porque, a lo largo de sus trescientos breves capítulos, además de descripciones de la vida de la corte, incluye partes enteras de aforismos y reflexiones muy cercanas al ensayo en las que la agudeza de la observación y el refinamiento estilístico se conjugan con la ironía y la libertad de juzgar.
El libro de la almohada o Makura no Sôshi, no es solamente un texto que relata con detalle minucioso y esa elegancia propia de los orientales, todo lo que acontece en la vida de la corte, incluyendo aspectos relativos a la naturaleza, las comidas, las costumbres... Es más que eso, primero por la espontaneidad y verdad con la que está escrito, ya que su autora no pretendía hacerlo público. Segundo, porque trasciende el género del diario o nikki, para convertirse en el inicio de un género nuevo, el zuihitsu, o ensayo misceláneo. No solamente cuenta lo que pasa, sino lo que piensa. Todo lo que en la cabeza de la dama Sei tenía alguna relevancia aparece incluido en el texto. El libro tiene, en su original, 301 anotaciones, divididas en misceláneas, diario propiamente dicho y ensayos. Por ejemplo:
En primavera, el amanecer. Cuando al insinuarse la luz sobre las colinas, los contornos se tiñen de un pálido rojo y purpúreos jirones de nubes flotan sobre las cimas.
En verano, las noches. No sólo las de luna brillante sino también las oscuras, cuando las luciérnagas revolotean, y aun las de lluvia, tan bellas.
En otoño, el atardecer. Cuando el sol resplandeciente se hunde cerca de la ladera de las colinas y los cuervos cruzan el cielo en grupos de tres o cuatro o de a dos, de vuelta a sus nidos; o las garzas en bandada se dispersan en el cielo distante. Cuando se oculta el sol, el corazón se conmueve con el sonido del viento y el zumbido de los insectos.
En invierno, las mañanas. Por cierto, bellas cuando ha caído nieve durante la noche, pero espléndidas también cuando el suelo está blanco por la escarcha; y, cuando no hay nieve ni escarcha y sólo hace mucho frío y las criadas corren de una habitación a otra atizando el fuego y cargando carbón, ¡qué bien se corresponde la escena con la índole de la estación! Pero al mediodía nadie se molesta por mantener los braseros encendidos y pronto sólo hay pilas de ceniza blanca”
“Oscurece y casi no puedo seguir escribiendo y mi pincel está gastado. Sin embargo, yo quería agregar unas cosas antes de concluir.
Escribí estas notas en mi casa, cuando tenía mucho tiempo libre, y por lo tanto nadie se enteraba de lo que estaba haciendo. He incluido cuanto he visto y he sentido ya que mucho de lo que hay en él puede parecer maligno o aun perjudicial para otros, tuve cuidado de ocultarlo. Ahora se ha hecho público, que era lo último que yo podía esperar.”
“Después de todo, lo escribí para divertirme y puse las cosas exactamente como ocurrieron. ¿Cómo podrían mis apuntes compararse con los muchos libros memorables que existen en nuestro tiempo? Los lectores han declarado, sin embargo, que puedo enorgullecerme de mi trabajo. Esto me sorprendió mucho, pero supongo que no es tan raro que a la gente le guste mi obra, porque como se desprenderá de estas notas, soy la clase de persona que aprueba lo que otros aborrecen y aborrece lo que les gusta. Piense lo que piense la gente de mi libro, todavía me arrepiento de que haya visto la luz.”
Entre las múltiples delicias que descubrimos en las detalladas listas de Sei Shonagon, encontramos…
“Cosas que emocionan
-Encender un incienso muy bueno, y acostarme sola.
-Lavarme el cabello, maquillarme y vestir un kimono perfumado. En este caso me siento feliz y noble, aun cuando nadie me observe.
-Una noche que espero a mi amante, al escuchar el ruido de la lluvia en mi puerta y el golpeteo del viento, sin motivo y de repente me sobresalto.
Nubes
Me encantan las blancas, purpúreas y negras nubes, y las nubes de lluvia cuando las lleva el viento. Es encantador al amanecer ver las oscuras nubes que poco a poco se vuelven blancas. Creo que esto ha sido descrito en un poema chino que dice algo sobre “los tintes que se retiran al amanecer”. Es conmovedor ver pasar un tenue jirón de nube sobre la luna brillante.
Cosas odiosas
-Un admirador llega en visita clandestina, el perro lo avista y ladra. Una desearía matar al animal.
-La elegancia de la despedida influye enormemente en el apego que tengamos por un caballero. Si salta de la cama, ronda por la habitación, se ajusta demasiado el cinto, se arremanga y se llena el pecho con sus pertenencias, asegurando enérgicamente su cinturón, comenzamos a odiarlo.
-Me he acostado y estoy por adormecerme, cuando se presenta un mosquito, con estridente zumbido. Y hasta me parece sentir la corriente que levanta con sus alas. Aun sabiendo que es un ser insignificante, lo encuentro detestable.
Cosas encantadoras
-Los objetos que se utilizan al jugar con muñecas de papel.
-Arrancar las hojas pequeñas de un loto que flota en el estanque.
-Las hojas de la malva pequeña son también deliciosas. Cualquier cosa, si es diminuta, resulta grata.
-El rostro de un niño dibujado en un melón.
-Un pequeño gorrión que viene saltando al imitar alguien el chillido de un ratón.
-También es delicioso cuando al atar a un gorrioncito con un hilo, sus padres le traen insectos o lombrices y se los entregan en el pico.
-Una niña a la que están cortando los cabellos como a una monja, de manera que los ojos quedan cubiertos, despeja su cara sin usar las manos, inclinando su cabeza a un costado pues quiere ver algo. Realmente encantador.
-Ver los tasukigake blancos y limpios de las niñas, ¡qué agradable sensación!
-Un paje de Palacio, todavía muy joven, camina con traje de ceremonia.
-Pollitos blancos con largas patas caminan de una manera graciosa; parecen vestidos con kimono demasiado cortos, pían muy fuerte, y van tras las personas o rodean a la gallina. Ver esto es sumamente grato.
-La flor de clavel silvestre.
Como dijo Octavio Paz “el Makura no Sōshi nos descubre un mundo milagrosamente suspendido en sí mismo, cercano y remoto a un tiempo, como encerrado en una esfera de cristal”.
Sei Shonagon, junto a Murasaki Shikibu e Izumi Shikibu, conforman un trío fundamental en el florecimiento de la cultura japonesa de la época.
Las mujeres escribieron los primeros relatos autobiográficos de Japón, y quizás de Asia, en diarios y memorias, así como escritos misceláneos compuestos por poemas, listas, observaciones y ensayos personales durante la era Heian (794-1185 de la era cristiana). Por esta razón, los japoneses pueden reclamar de forma exclusiva una edad de oro literaria dominada por las mujeres.
https://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=sei-shonagon
https://www.wakapoetry.net/tag/sei-shonagon/
https://mascaviar.wordpress.com/2009/07/28/las-listas-de-sei-shonagon/
Shively, Donald H. y William H. McCullough, eds. The Cambridge history of Japan, vol. 2, Heian Japan. Cambridge (Reino Unido): Cambridge University Press, 1999.
jueves, 17 de agosto de 2023
Haikus de Miura Chora
Miura
Chora ( 23 de mayo de 1729 - 4 de septiembre de 1780) fue un poeta
japonés criado en Ise, en la isla de Honshu, Japón.
Miura
creció con una hermana mayor y un hermano
menor. Su padre abandonó a su familia durante la infancia de Chora,
por lo que su madre asumió el control de la familia. Nunca se volvió
a casar y crió sola a sus hijos. De niño, Chora recibió educación
en casa. Al ser vecino de la familia Taniguchi, Chora era íntimo
amigo de Yosa Buson y ambos admiraban a Matsuo Bashō y Kobayashi
Issa .
Viajó
por todo el país componiendo poemas y ayudó a liderar el movimiento
de renacimiento de Matsuo Bashō en el siglo XVIII.
Chora
sufrió una grave leucemia y murió el 4 de septiembre de 1780.
Mirando
las estrellas
a través de las ramas del sauce
me hace sentir
solo.
Sopla
un viento de tormenta,
de entre las hierbas
una luna llena
crece
En
el antiguo santuario
hoja de oro deslustrada... y hojas
verdes
tiempo de despertar.
Insectos
dispersándose en las hierbas
sonidos, colores.
agua
fría
y dos pasteles de arroz:
mi verano
Alimento
de otoño.
Por la puerta abierta
entra el sol del atardecer.
Nace el otoño,
se deslizan las nubes
y se ve el viento.
Seducida por las flores
fascina a la luna
la mariposa.
Amaneceres con luna,
los chorlitos de la orilla del río
se dispersan a lo lejos.
El uguisu canta,
fue ayer
a la misma hora.
El viento otoñal
sopla primero
las flores de la enredadera.
Luna fría,
el viento del río
afila las rocas.
Atraído por el canto lejano
del uguisu
el sol sube al horizonte.
Crisantemos blancos:
todo a su lado
se ve hermoso.
Paraíso
murmuro durmiendo
en mi casucha
jueves, 3 de agosto de 2023
Kawahigashi Hekigodo (1873-1937) fue, junto con su amigo Takahama Kyoshi, uno de los alumnos más destacados del gran maestro del haiku moderno Masaoka Shiki. Hekigodo nació en Matsuyama y era hijo de un erudito confuciano.
Quizá la mejor palabra para describir a Hekigodo sea "inquieto". Practicó el alpinismo, la caligrafía y la danza Noh, viajó a Europa, Norteamérica, China y Mongolia, y escribió periodismo, crítica literaria y social y poesía. A la muerte de Shiki, en 1902, Hekigodo le sucedió como editor de las páginas de haiku en el periódico Nihon (o Nippon) y durante un breve tiempo fue la figura más importante del mundo del haiku japonés.
Una de las innovaciones radicales de Shiki fue abandonar todas las reglas para escribir haiku, excepto el recuento de 5-7-5 onji y el kigo, o palabra de temporada. Hekigodo llevó el experimento un paso más allá y abandonó el recuento de 17 onji en favor del haiku de "verso libre".
Mantuvo el kigo porque consideraba que era una conexión esencial con el mundo natural.
Años despues se dedicó cada vez más al estudio del haiku tradicional, especialmente el de Yosa Buson.
Entre las obras de Kawahigashi se encuentran dos libros de comentarios, Haiku hyōshaku (1899) y Shoku haiku hyōshaku (1899), y la colección de haiku Hekigotō kushū (1916)
Hekigotō Kawahigashi murió el 1 de febrero de 1937.
Desde una bañera
arrojo agua al lago -
aparece un ligero lodazal.
Fuegos artificiales lejanos
que suenan, por lo demás
no hay nada
Camelia roja
camelia blanca
cayendo
El chapoteo
el agua del mar de la primavera choca contra
la puerta torii del santuario.
Lo enredan yedras
y lo enredan glicinas,
y el pino suena al viento.
Arranco una planta.
Su profundidad y su blancura
me duele
El primer trueno.
Es probable que sacuda
el puesto de muñecas escalonadas.
La nieve ligera
el hielo sin rastro
en el lago.
Rodilla con rodilla
la luna brillaba
qué frescor.
Un ayunante
ansía agua a medianoche,
un relámpago.
Arañando el vacío
yace el cadáver de un cangrejo:
montañas de nubes
En la tenue luz del alba
un árbol que florece en blanco,
el campo salpicado de rocío
Florecen las rosas de montaña,
chicas de fábrica en las ventanas
de una casa de vecindad
Después del motín...
una noche
noche de luna
Frío primaveral
una nube sin raíces
sobre el arrozal
Delante
de la puerta del templo en la montaña
las nubes pasan
jubilosas.
Equinoccio de primavera.