He
querido traer a estas páginas este libro en concreto por ser un
texto ameno e interesante, y sobre todo, por la perspectiva desde la
que estudia el haiku.
Su
autora, Margaret D. McGee ha sido capaz de aunar en su vida facetas
tan diferentes como la técnica y la espiritual, su forma de entender
el haiku es muy particular, aspecto que puede resultar muy
interesante para los lectores de esta gaceta.
Margaret
D. McGee nació en 1951 en Mansfield, Ohio. Después de acabar su
carrera universitaria se trasladó a Washington, donde desarrolló
diversos trabajos, hasta que logró un puesto como escritora técnica
en la compañía Microsoft.
Además
de su carrera en dicha compañía, en la que ha cosechado grandes
éxitos, Margaret es miembro de la Iglesia Episcopal de San Pablo y
tiene licencia como predicadora. Esta faceta le llevó a su encuentro
con el haiku, y a través de éste expresa su profunda conexión con
la espiritualidad y la oración.
Es
miembro muy activo de su comunidad, en la que ha creado un centro
espiritual, y desarrolla una amplia labor como profesora y
conferenciante. Además ha publicado varios libros.
Stumbling
Toward God: A Prodigal’s Return (Innisfree Press, 2001)
Sacred
Attention: A Spiritual Practice for Finding God in the Moment
(SkyLight Paths, 2007)
Haiku
the Sacred Art: A Spiritual Practice in Three Lines, 2010, SkyLight
Paths
Margaret
escribió su primer haiku a la edad de 45 años. Anteriormente había
tenido algún encuentro con la poesía japonesa, pero no fue hasta
ese momento, durante un curso de poesía, cuando comenzó su relación
con el haiku.
Durante
la clase la profesora instó a los alumnos a concentrarse y escribir
un haiku.
“...pronto
me detuve en un ramillete de flores rosas en un jarrón, y apunté
cada palabra descriptiva o frase que vino a mí. Observé el color,
forma y partes de las flores, el arco de la rama, los racimos de
pequeñas hojas de malva. Un solo ramillete de flores es un objeto
extraordinariamente complejo, una vez que tomas tiempo para realmente
ver”
a
shift in focus- un cambio en la atención-
the
whole room reflected toda la habitación reflejada
in a
flower's vase. en un florero.
Margaret
perdió el papel donde había escrito el poema, pero aún hoy,
recuerda perfectamente el momento y retoma la sorpresa, el deleite,
el aware “ haiku
es el momento, no es el poema lo que realmente importa”
En
la introducción de su libro Margaret explica que “el
haiku está en cualquier religión, en todo ser humano que siente la
necesidad de buscar su lugar en el mundo, de sentir en el corazón su
relación con cada uno de nosotros y con toda la creación y es
compatible con cualquier otro tipo de acercamiento a nuestra vida
interior.
La
captura de momentos de profundo sentimiento, que nos hacen sentir
vivos y completos nos hace ser conscientes de lo sagrado, es un modo
de estar relacionado con el Espíritu Creador ahora, en este momento,
sólo eso.
Utilizando
imágenes y sentidos, un haiku trae sensación a la vida (…) un
haiku es una forma de comunión instantánea. consiste en un
intercambio de experiencia sensorial: el gusto y el tacto, el pan y
el vino. En haiku, la experiencia es compartida en unas breves
palabras, ofreciendo la sensación del momento y la idea de que no
estamos solos... Un haiku no ofrece la idea de una experiencia, sino
la experiencia misma.
El
haiku habla en el lenguaje de la Creación: el lenguaje de las
imágenes y los sentidos, de la naturaleza, de las cosas como son.
Nos permite recrear la esencia del momento y permite tocar nuestros
corazones (…) La conexión no viene del cerebro sino directamente
desde el corazón. Con una sacudida de reconocimiento, sentimos el
vínculo entre nuestro lugar más profundo y el mundo exterior.
Para
Margaret “un haiku nos lleva hasta el
núcleo de un momento. Esa esencia es única, al igual que nuestros
huesos estructurales son únicos en cada uno de nosotros. Al mismo
tiempo, cada momento está ya desapareciendo, como nuestros huesos
también, algún día, no serán más que polvo y cenizas.
“Polvo eres y en polvo te convertirás”
Génesis 3-19
Estas
dos ideas, la esencia única, subyacente, que hace de cada cosa un
momento único, junto a la fugacidad de éste, son básicas en el
pensamiento budista, en Japón, y en los principios básicos del arte
del haiku”
a
turn in the road una curva en el camino
two-no-three
deer emerge dos, no,
tres ciervos emergen
from
the dusk de la oscuridad
Compartir
una oración con todos los asistentes a un oficio religioso se acerca
mucho a compartir un haiku. En ambos casos las palabras penetran
profundamente en el corazón y enriquecen nuestra vida espiritual.
Pues
aun con las piedras del camino estarás en concierto, y las bestias
del campo te serán pacíficas.
JOB5 23
Una
de las mejoras formas de encontrar la paz y el sentido de pertenencia
al mundo es mirarlo desde fuera. Llevar mi atención lejos de mi
mente, de los pensamientos, de los miedos que consumen gran parte de
la mente consciente, salir y mirar alrededor. Ser espectador de la
mayor obra jamás representada: la apertura de una hoja, la masa del
pan creciendo, el pájaro carpintero perforando, la persecución de
un perro, la nube que atraviesa la luna...y en pocas palabras
escribir un haiku, una oración.
El
haiku es una oración de alabanza que celebra el trabajo de Dios,
prestando atención y reflejándolo tan simple y claro como sea
posible... Escribir un haiku desvía el foco de atención del
devorador Yo y por el contrario comparte un fugaz vistazo del
Espíritu omnipresente que impregna todas las cosas.
Basta
con los ojos abiertos de un niño para ver, bajar la guardia y
aceptar el mundo tal como es, es algo profundamente curativo... Al
prestar atención a una parte de la Creación, encontrarás todo lo
que necesitas para que tu haiku sea una sencilla oración de
alabanza.
En
la práctica del haiku, he encontrado un atajo para agradecer lo
natural. El haiku muestra la forma de reverencia y gratitud por
reconocer las cosas tal como son, dejando que sean lo que son - la
lluvia y el sol, las flores del pasto o la ciruela. Si puedo
homenajear a un diente de león y decir algo verdadero sobre él,
entonces comparto la dignidad de su ser. Cierta paz vuelve a mí y
dentro de esa paz, llega el agradecimiento de forma natural.
Refiriéndose
a la presencia del “yo” en el haiku M. McGee comenta:
El
ser humano, tal vez porque anhela encontrar el significado de la
vida, está fuertemente tentado a seleccionar y reorganizar lo que ve
para que se ajuste a sus propias nociones de cómo debería ser la
forma de las cosas. Escribir haiku es una forma de enfrentarse a esa
tentación. Para mí – señala Margaret- escribir un haiku a menudo
significa despertar una y otra vez de un sueño de mi propia idea, un
sueño en el que he torcido la realidad para impulsar el significado
que deseo que tenga.
No
pretendo sugerir que no podemos usar nuestra imaginación en un haiku
escrito, o que está mal cambiar cualquier detalle del mundo
exterior. Haiku es un arte imaginativo, y desde la más temprana
historia de esta forma, los escritores de haiku han utilizado
imágenes internas en su experiencia externa. A veces, ambas son
necesarias para abrir la verdadera sensación del momento al lector,
para que un poema pueda ser más que una nota para nosotros mismos.
Todo
lo que vemos y experimentamos es filtrado a través de y afectado por
nuestra imaginación. Por ello el poeta se esfuerza por lo que los
japoneses llaman makoto,
que puede traducirse como sinceridad y verdad poética.
Si
quiero que mi haiku tenga makoto debo comenzar por los más exigentes
y honrandos sentimientos subyacentes de ese momento y para ello, debo
prestar mucha atención a lo que evoca esos sentimientos.
A
breaker curls... una ola rizada...
the
woman touches the hair la mujer toca el pelo
of
her redheader child de su niña pelirroja
En
cuanto a la historia del haiku, Margaret dice “escribir
o leer haiku como entretenimiento es algo fácil y no es necesario
conocer la historia y la estructura subyacente del poema. Pero,
cuando te encuentras a ti mismo intentando vivir el haiku como una
práctica espiritual, entonces es mejor entender las normas, la
evolución, las tradiciones y elementos de esta forma que te revelará
la sorpresa oculta en estos pequeños versos... Conocer la esencia de
la forma te ofrecerá la libertad para dibujar tu propia tradición
espiritual y practicar cuando escribas tu haiku, al tiempo que te
proporciona las herramientas que necesitas para crear versos que te
conmueva a ti y a otros, hoy y en los años venideros”
La
autora hace un recorrido por los tipos de poemas que originaron el
haiku y explica brevemente los términos fundamentales en todo haiku,
así como las normas básicas para escribirlo:
“ Las normas del haiku – la estructura y otros
términos que hacen que un haiku sea un haiku- son como instrumentos
de destreza personal. Cuanto más conozcas de ellas mejor te ayudarán
a encontrar y expresar la verdad de tu propio encuentro en la vida
del Espíritu. Sólo recuerda que las normas existen como tu ayuda,
no como tu trampa.
Una
sensación de tiempo y lugar,
ese es el título de uno de los apartados más interesantes de esta
obra.
En
él, Margaret dice:
“ El haiku muestra como las estaciones de la naturaleza traen lo
universal y lo personal juntos en un momento que evoca sensaciones
vividas. Cada
experiencia ocurre en un punto específico de tiempo, un momento vivo
con el Espíritu. Situando un haiku en su propia estación, podemos
acceder a la profundidad de generaciones que están contenidas en la
esencia de un momento, al mismo tiempo se abre una puerta para sentir
desde el pasado en el presente.
Si una referencia estacional,
como la brisa de primavera o un bolsillo lleno de ciruelas, fija un
haiku en el tiempo, una referencia espacial, como el pico de la
montaña o la arena del desierto, localiza el poema en un espacio
físico. Juntas, ambas referencias traen profundas sensaciones de
generaciones pasadas.
Tanto saijiki, la colección de
kigos ( palabras estacionales), como utamakura, el conjunto de
nombres de lugares, se han utilizado como parte fundamental del haiku
en Japón durante generaciones. Allí, es normal encontrar los poemas
tallados en piedra en los lugares donde fueron escritos, en parques,
en la tierra de templos y lugares sagrados, en las calles de Tokio y
en las veredas remotas del país.
Estamos conectados a la Tierra
por algo más que la gravedad. Estamos unidos a los lugares de
nuestras vidas por fuerzas que fundamentan y determinan nuestros
corazones y espíritus. Escribir un haiku es un modo de compartir
tanto la esencia de un momento como la sensación que éste evoca, y
para ello, los lugares son tan importantes para el poeta como esos
sentimientos.
Tras
preguntar a muchas personas sobre aquellos lugares que les resultaran
sagrados, que les provocaran sensaciones, Margaret llegó a la
conclusión de que estos lugares se
pueden dividir en tres categorías:
- una sensación de pertenencia u hogar
- una sensación de temor o reverencia
- una sensación de integridad, de curación.
Un haiku vivido en un lugar
puede alcanzar y compartir los lazos que nos conectan a la Tierra, y
a través de la Tierra, a cada uno de nosotros.
Margaret
también nos explica lo que ella llama “lectio divina”:
La lectura de los pasajes de las Sagradas Escrituras no basada sólo
en analizar los textos, sino en responder a él desde lo más
profundo de nosotros a través de repetidas lecturas.
Lectio divina es un gran
compañero del haiku. Ambos entraron en mi vida a un tiempo, como si
cada uno hubiera estado esperando por el otro para mostrarse.
Comencé
escribiendo versos de 5-7-5 sílabas, en respuesta a pasajes de las
Escrituras, en pequeños papelitos amarillos de notas. Gradualmente,
mi Biblia se llenó de ellos. Esta
práctica la lleva a cabo en sus oficios religiosos y también a
través de su labor en In the Courtyard, su página web.
Cuando
el haiku se practica en grupo –
dice- es
importante hablar despacio,alto y claro. Cuando leemos haiku en grupo
habrá personas que jamás lo hayan oído antes, o que no lo oigan
bien. Haiku es una forma muy concentrada de versos, y si pierdes una
palabra pierdes un buen pedazo de experiencia.
Uno de los ejercicios que nos
aconseja para practicar haiku es pasear, pasear tranquilamente,
disfrutando de todo aquello que nos rodea, anotando impresiones
sensoriales. Además, Margaret, gran admiradora de Bashô, indica que
se puede acompañar esas anotaciones con alguna sencilla imagen del
momento.
Una forma de empezar en el
haiku es crear un hábito del día a integrar con un hábito que ya
tienes, como pasear, cocinar una comida o leer un diario. Utilizar su
hábito existente como una inspiración y un trampolín para escribir
un haiku diario. Después de alguna práctica, escribir el haiku se
convertirá en un hábito igual que el resto.
Cada noche, antes de dormir,
escriba un haiku, sobre un lugar sagrado para usted, o como oración
de agradecimiento, o si usted lee algún pasaje de las Escrituras.
Al finalizar el año, lea todos
esos haikus, y se dará cuenta de cuántas sensaciones, de cuánto
tiene que agradecer. Apuesto a que usted encontrará algunas pepitas
de oro en medio de los cantos rodados. Usted también encontrará una
serie de eventos y sentimientos que le volverán a conectar a cada
época de su vida.
Para
Margaret McGee, el
haiku es una forma de descubrimiento, de enriquecimiento espiritual,
un modo de dar las gracias a Dios por cada cosa que nos ofrece.
Sin
duda, la frase que mejor resume su forma de entender el haiku es:
Haiku
es la forma que tiene Dios de saber que le estamos prestando
atención.
Actualmente
vive con su marido a las afueras de Washington, desde donde lleva la
web En el patio (http://www.inthecourtyard.com/
) dedicada a la
meditación, al estudio de las Sagradas Escrituras y el haiku. Cada
mes publica un pasaje de las Sagradas Escrituras y recibe los haikus
que sus lectores le envían relacionados con dicho pasaje.
Estos
son algunos de sus haikus:
daybreak amanecer
a
slug beats me
una babosa me golpea
to
the strawberry desde la fresa
60th
birthday 60 cumpleaños
dirt
under my fingernails la suciedad bajo mis uñas
sap
rising in my veins la
energía creciendo en mis venas
to
have lived... haber vivido …
a
leaf full of holes una hoja llena de agujeros
in
early summer a principios del verano
starlit
night noche estrellada
across
a fertile valley a través del valle fértil
the
smell of hay el olor del heno
cool
weather tiempo frío
migrating birds
blanket aves migratorias cubren
the
harbor el puerto
dandelion
puff soplar un diente de león
this
God must be a fool este Dios debe ser un loco
for
yellow del amarillo
no
breath... sin aliento...
a
coyote with three pups un coyote con tres crías
crosses
the dry field cruzan el campo seco
©Haiku,
the Sacred Art. A spiritual practice in three lines. Margaret D.
McGee.
©Traducción Leticia Sicilia
Publicado en el nº 3 de la edición impresa de la gaceta "Hojas en la acera"
Interesantísimas reflexiones y explicaciones desde su vivencia. Ojalá existiera una edición traducida al castellano.
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Así es Elías, el libro es muy interesante, es una pena que sólo se haya editado en inglés.
EliminarGracias.
Un abrazo.