domingo, 18 de septiembre de 2022

 

LOS HAIKUS DE MURAKAMI KIJO

Murakami Kijo fue un poeta japonéns de haiku, nacido en Edo en 1865, colaborador habitual de la revista de haiku Hototogisu y uno de los seguidores del gran maestro moderno Masaoka Shiki.

 

De joven estudió Derecho, pero tuvo que dejarlo al quedarse sordo por una enfermedad. A partir de 1894, trabajó como escribano judicial en un juzgado de Takasaki, una pequeña ciudad a unos sesenta kilómetros de Tokio. Con su escaso salario, le resultaba difícil mantener a sus diez hijos. Fue despedido en 1915, pero los amigos que había conocido a través de su poesía intervinieron y volvió a su puesto. En 1917, publicó la colección de haiku Kijō kushū.

 En 1927, el desafortunado Kijo perdió sus posesiones y su casa en un incendio.

A menudo se compara a Kijo con el gran maestro Kobayashi Issa, ya que ambos llevaron una vida llena de penas y dificultades y su obra se caracteriza por una profunda empatía.

Falleció el 17 de septiembre de 1938. Dos colecciones de poesía aparecieron póstumamente, Teihon Kijō kushū (1940) y Kijō haiku hairon-shū (1947).

 

 

Primera mañana de otoño:

el espejo en el que me miro

muestra el rostro de mi padre.

 

 

En el momento en que dos burbujas

se unen, ambas se desvanecen.

Un loto florece.

 

 

Arroz mezclado con cebada

y ni siquiera puedo quejarme -

luna en verano

 

 

Una abeja de invierno

sin lugar para morir

sigue caminando

 

 

En una noche de primavera

los hijos del poeta

lloran hasta que quedan dormidos

 

 

En la cara del Buda

su rostro augusto, aparecen algunas marcas de viruela

la lluvia de otoño.

 

 

Lamentablemente solo

el hermoso pato

aparte de su pareja.

 

 

 

Largo día de primavera

no tengo ninguna razón

para engañarme a mí mismo

 

 

Sol de invierno

mi propia sombra

bloquea el camino





Flores de manzanilla silvestre

empiezo a llorar

¿de dónde viene?

 

 

 

Jugando los niños

comen bayas silvestres

que lamentable

 

 

Ninguna queja

contra el arroz y la cebada hervidos

la luna de verano

 

 

Quemando el campo.

empieza a llover

gota tras gota

 

 

 

Los gorriones bajan volando

al arrozal

una corriente de aire

 

 

El aguacero

castigando el bambú

en las montañas

 

 

El cielo de otoño

un pico que rivaliza

el otro en altura

 

 

Caída de pétalos de cerezo

un caballo suavemente

se retuerce las orejas

 

 

Cerca de casa

caen flores de cerezo secas

sobre el paraguas

 

 

Sol poniente

las hojas de tabaco cuelgan sobre

la pared enlucida

 

 

Si pierdo la fuerza de voluntad

moriré en este

calor abrasador

 

 

 

El camino por delante

parece interminable

viento de otoño.

 

 

Noche de verano

en la distancia

un cometa

 

 

Una gran araña

cruza el espacio

entre los árboles

 

 

La nieve persistente-

en los pinos

un viento rugiente.

 

 

 

Niebla fría

todo con forma

cobra vida

 

 

Fondo del estanque

un motín

de renacuajos

 

 

Un sapo

se mezcla con los colores

del atardecer

 

 

 

Sol de primavera

encaramado en lo alto

un gallo de cola larga.

 

 

Fuentes consultadas:

 

https://thehaikufoundation.org/omeka/items/show/4932

https://en.wikipedia.org/wiki/Murakami_Kijo

https://everything2.com/title/Murakami+Kijo

 

 

 

 

 

3 comentarios:

  1. Buenos días, Leti.
    Impresionantes haikus, revelan una vida muy dura, pero tomada con aceptación.
    Tienen sabor a soledad, melancolía y mucha atención.

    Muchas gracias por compartir. Un abrazote

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  2. Gracias a ti por pasar por aquí y dejar tu comentario, un abrazo.

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