Sus padres fueron Oe no Masamune y su esposa, la hija del gobernador de Ecchu, Taira no Yasuhira. Aproximadamente con 20 años de edad contrae matrimonio con un hombre mucho mayor que ella, Tachibana no Michisada, gobernador de Izumi. Poco después da a luz a una niña, Koshikibu no Naishi, que un día se convertiría en una consumada poeta.
La vida en la provincia de Izumi le resultaba poco interesante a Shikibu, por lo que regresó a la capital. Allí comenzó una relación con el príncipe Tametaka, lo que provocó la ruptura con su esposo y que fuera repudiada por sus padres.
Desde una vereda sombría
hacia la oscuridad
debo seguir mi camino,
deja que brille débilmente
la luna sobre el borde de la montaña.
Esta relación no duró mucho porque Tametaka enfermó y murió al año siguiente, según parece debido a sus excesos. Esto entristeció a Shikibu pero no fue obstáculo para que al poco tiempo, en el año 1003, entablara una relación con el príncipe Atsumichi, hermanastro de Tametaka. Esta historia de amor es la base del diario que escribió Shikibu, “Izumi Shikibu Nikki” una de las principales obras de la Corte Heian.
Este diario tiene como característica principal su formato: narra la historia de amor entre la autora y el príncipe a través de la correspondencia que ambos mantienen. Las cartas que se envían contienen poemas amorosos así como algunas opiniones que expresan sentimientos y emociones de los protagonistas.
Oigo el sonido
de la bruma de primavera
que se filtra
entre las rocas
de las montañas.
Su relación con Atsumichi propició un sinfín de chismorreos en la Corte, especialmente cuando ella se trasladó a su residencia y comenzó a acompañarlo a eventos públicos, provocando la marcha de la esposa principal a casa de sus padres. Estuvieron juntos hasta la muerte de él en 1007.
En su diario podemos comprobar como la contemplación de la Naturaleza es parte fundamental de la vida de la autora y la incluye como algo cotidiano: escribe sobre el cambio de estaciones, las fiestas que se celebran en cada una de ellas, los paisajes que disfruta a su alededor… todo ello combinado con la emoción y la pasión que desborda el corazón de Izumi.
Cerezo rosa pálido,
pongo a un lado
la ropa
y espero desde ese día
el cuco de la montaña.
Posteriormente, Shikibu entró al servicio de la corte de Akiko en torno a 1010, donde se sabe que despertó la enemistad de Murasaki Shikibu y se convirtió en amiga de Akazome Emon (ambas grandes autoras de la época) Al año siguiente se casó con Fujiwara no Yasumasa, militar de Fujiwara no Michinaga, retirándose con él a la provincia de Tango donde pasaría el resto de su vida.
Si completamente fríos
fuéramos nosotros
y hubiéramos terminado
olvidarte
sería fácil.
Su poesía sugiere que tuvo un gran número de otros amantes, algo que se puede constatar al leer sus memorias poéticas, “Izumi Shikibu Shu”, que reúne unos 902 poemas.
Despierta por el perfume
del ciruelo floreciente...
La oscuridad
de la noche de primavera
me colma de nostalgia.
Cuando su única hija fallece, dejando a su vez a una hija recién nacida, Izumi escribe:
Después de dejarnos,
ella estará lamentándose,
¿pero por quién en mayor medida?
Sin duda por su propia niña,
como yo lo hago por la mía.
Disfrutemos a continuación de los poemas de esta mujer del siglo XI que supo expresar de forma conmovedora su sensibilidad.
La gota de rocío
sobre una hoja de bambú
permanece más tiempo
que tú, que te esfumas
al amanecer.
No hay alivio, todo
es simplemente tristeza;
no se levanta
la niebla otoñal,
se mantiene en mi corazón.
Mi pelo negro
está en desorden, despeinado.
Se acostó, y
primero lo alisó suavemente
mi querido amor.
Las antiguas mujeres nobles japonesas se dejaban crecer el pelo hasta que era al menos tan largo como ellas, si no más, por lo que el hecho de que un amante esté dispuesto a alisarlo significa un alto grado de cariño por parte del hombre.
Llega el final
para nosotros,
qué breve parece
empapado de rocío, este trébol
de los arbustos.
¿Qué sucede
con esta hora de crepúsculo?
Aún el sonido
de una brisa casi imperceptible
traspasa el corazón.
¿En qué difieren, realmente,
el arder visible
de la polilla de verano
y este cuerpo,
transformado por el amor?
¿Qué he de hacer
si el hombre que he estado esperando
viniese a mí ahora,
no queriendo que las pisadas perturben
la nieve de mi jardín?
En el otoño
¿durará la vida? No lo sé.
Así que en los campos de primavera
el crecimiento del viejo trébol
¿me dedicaré a quemar?
Por ahora estoy aquí,
¿cómo puedo estar segura?
Este mundo fugaz
es conocido por
la flor de la mañana.
Pronto no estaré más;
fuera de este mundo,
un recuerdo
ahora, una vez más,
me gustaría encontrarme contigo.
Si la gente de la capital
preguntara: ¿cómo eran?
preferiría mostrarles
de aquel cerezo de montaña
una sola ramita, es lo que necesito.
En la soledad,
que el humo al menos
no me abandone.
Recojo leña y alimento las llamas
en este hogar invernal de la montaña.
He plantado un cerezo
donde nadie puede ver
su florecimiento,
me he convertido
en una cáscara vacía.
Recogiendo leña
para quemar carbón,
se calienta el aire,
en la montaña de Ōhara
la nieve se vuelve moteada
No tiene sentido
que florezcan los cerezos
alrededor de mi casa
es a la dueña del árbol
a quien vienen a ver.
Ni el más helado
viento de otoño
podría herirme
como esta tormenta primaveral
de pétalos dispersándose.
Cálamos para recoger,
tan brevemente has estado aquí
aún así, en el dormitorio yace tu esposa,
al abrir las persianas
es eso lo que la gente verá.
Un hombre me vio,
y abandonada pasé mis días.
Sobre mis mangas
la lluvia -sabiendo bien mi destino-
nunca deja de caer.
No hay nada igual
a mi miserable destino;
un amable hombre,
hubo uno que vendría,
pero nadie lo hace.
Dudando,
mi puerta de madera de cedro dejé sin cerrar,
sin embargo
la grieta del amanecer de esta noche de invierno
ha llegado.
Variados
son los sentimientos en mi corazón
pero
completamente empapadas
están mis mangas.
Una noche compuso esta tanka al oir la llamada de un ciervo, poco después de que su esposo le comentara que saldría de caza al día siguiernte:
Parece natural.
¿Por qué no debería
llorar el ciervo?
Porque esta noche es toda su vida,
él lo sabe.
Su amado le prometió que no había obstáculos para una relación pero él comenzó a comportarse como si estuviera llevando a cabo una aventura, sólo cuando no había nadie alrededor, así que ella compuso lo siguiente:
¿A dónde
vienes tan secretamente?
dentro de tu corazón
hay una barrera,
aquí no hay ninguna.
Pisoteando las hierbas secas
el jabalí se reclina y hace su cama,
duerme profundamente;
yo no dormiría tan bien
incluso sin estos sentimientos.
Una y otra vez
en su crueldad he pensado, sin embargo
al verle, a través de la bahía de Mikumano -
lo odio, pero
también lo amo, parece.
Entre las hojas de bambú
el granizo cae
con tal estruendo
que dormir sola, de hecho
es algo que no quiero.
¿Todavía no lo sabes,
verdad?
En una noche de otoño
entre los árboles la luna
puede verse fugazmente
Las gotas de rocío plateadas,
Los sueños, este mundo fugaz
e incluso las ilusiones:
si los comparara con nuestro amor
parecerían eternos.
Con lágrimas, sí,
en el camino que dejaste
he mantenido mi mirada;
inesperadamente la luna
se ha puesto a la vista.
En cierta ocasión, el hombre con el que conversaba le dijo que sus mangas estaban empapadas de rocío. Decir que sus mangas estaban "mojadas por el rocío" era una forma indirecta de decir que uno estaba afligido. Por lo tanto, el hombre está sugiriendo que le resultaba difícil estar lejos de Izumi Shikibu. La respuesta de ella, diciendo que no todas las gotas de rocío son lágrimas, implica que a él no le importa tanto:
En otoño,
sin preocupaciones
las hojas de caña también
cuelgan pesadas en las puntas
con el rocío sobre ellas.
Tantos secretos
en esta lluvia;
si la gente pregunta
qué ha mojado mis mangas,
¿qué debo decir?
La Ópera Nacional de París y el Gran Teatro de Ginebra encargaron conjuntamente una ópera basada en sus poemas. Se titula ” Da Gelo a Gelo“ de Salvatore Sciarrino, cantada en italiano. La obra se basa en 65 poemas de Izumi Shikibu Nikki y muestra su pasión por el Príncipe Atsumichi. Fue presentada a principios de 2008 en el Gran Teatro de Ginebra con la Orquesta de Cámara de esta ciudad.
Fuentes bibliográficas:
. “Love Poems by Ono no Komachi and Izumi Shikibu, women of the Ancient Court of Japan” Vintage Books, 1990.
. “From the country of eights islands. An anthology of Japanese Poetry” Hiroaki Sato and Burton Watson. Anchor Books, 1981.
. “The Penguin Book of Japanese Verse” Geoffrey Bownas and Anthony Thwaite. Penguin, 1983.
. “ An Introduction to Japanese Court Poetry” Earl Roy Miner, Stanford University Press, 1978
Nota: los poemas han sido traducidos desde su idioma original, japonés, a inglés y posteriormente a español. Cualquier interpretación, corrección o aclaración será bienvenida.
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