Mizuhara Shuoshi (1892-1981) fue un poeta japonés del siglo XX responsable de una tendencia hacia una mayor expresión emocional en el haiku.
Shuoshi era hijo de un médico y
como hijo mayor, siguió los pasos de su padre y se dedicó a la medicina.
Estudió serología, obstetricia y ginecología en la Universidad de Tokio y se
graduó en 1926. Dio clases en el Colegio Médico Showa, ejerció en la clínica de
su padre y en 1932 fue nombrado para el prestigioso puesto de asesor médico del
Ministerio de la Casa Imperial.
Comenzó a escribir tanka y haiku cuando era estudiante. En
la década de 1920, fue publicado en Hototogisu y su poesía fue aclamada. Sin
embargo, se sintió limitado por los principios conservadores de Takahama Kyoshi
y sus seguidores y declaró su deserción en un ensayo de 1931, "La verdad
en la naturaleza y la verdad en la literatura". A diferencia de muchos
poetas, que se rebelaron contra las reglas, como el recuento de 17 sílabas,
Shuoshi sentía en cambio que los principios de Kyoshi de distanciamiento
emocional limitaban su capacidad de expresarse emocionalmente a través de la
poesía. Shuoshi y sus seguidores crearon su propia revista y se dedicaron a un
tipo de haiku más romántico y lírico.
el crepúsculo...
el campo de batatas
que es
mi atajo
bailarín de la danza
del león
sombreando sus ojos
con la mano para mirar
al Monte Fuji en la
puesta de sol
regalo estacional de
verano...
de nuevo el mismo
abanico con
el mismo motivo
despertado del sueño
sorprendido por la
oscuridad
el final del otoño
pájaro carpintero--
las hojas caen rápidamente
en la pradera
con sueño...
el cuello del niño no
se mueve
polvos de talco
sombreros de
verano...
que reflejan el sol,
la orilla del mar
flores de camelia...
ahora, son más las
que caen
que las que florecen.
alondra cantora...
contra el viento que
sopla entre los pinos,
ha descendido
desde la niebla
un barco para cortar
cañas
ha comenzado a
emerger por la mañana
la curruca de los
arbustos,
la lluvia no cesaba,
la ropa de viaje.
la andrómeda japonesa
florece.
la puerta del kondo
que toqué.
kondo: sala principal
de un templo budista
los días lejanos,
más lejanos aún
bajo este sol…
Perales en flor
nubes a la deriva
en la llanura de
Katsushika
Mi vida
frente a este
crisantemo
se queda en silencio
de repente.
Mi propia voz
lo había olvidado
frío primaveral.
La tormenta se
desata,
un árbol iluminado
por la puesta de sol,
el grito de las
cigarras.
Calor otoñal.
Más verde que la
marea
la coraza de un
cangrejo.
La primavera de mi
vida
Superada.
Estoy comiendo una
fresa.
Al atardecer
la sombra del
espantapájaros
llega a la carretera.
Enfermo a menudo
soñé con un campo de
arroz de invierno,
aquí está.
Muchas gracias Leti. De verdad que es importante el trabajo que haces con estas traduciones. Personalmente las espero con enormes ganas porque me abren puertas que si no, estarían cerradas. Así que -^- -^-
ResponderEliminarGracias a ti por leerlas_/\_
EliminarExcelente trabajo, querida amiga.
ResponderEliminarY comparto con Mercedes aquello de lo importante que es esa labor al permitirnos acceder a tan valiosa información sobre la vida y la obra de estos haijines, como es el caso de Mizuhara Shuoshi, ubicándonos ya en un haiku contemporáneo.
Muchas gracias, Leti.
Un gran abrazo.
Gracias querido amigo, me alegra que te resulten interesantes.
ResponderEliminarUn cálido abrazo.