Kawahigashi Hekigodo (1873-1937) fue, junto con su amigo Takahama Kyoshi, uno de los alumnos más destacados del gran maestro del haiku moderno Masaoka Shiki. Hekigodo nació en Matsuyama y era hijo de un erudito confuciano.
Quizá la mejor palabra para describir a Hekigodo sea "inquieto". Practicó el alpinismo, la caligrafía y la danza Noh, viajó a Europa, Norteamérica, China y Mongolia, y escribió periodismo, crítica literaria y social y poesía. A la muerte de Shiki, en 1902, Hekigodo le sucedió como editor de las páginas de haiku en el periódico Nihon (o Nippon) y durante un breve tiempo fue la figura más importante del mundo del haiku japonés.
Una de las innovaciones radicales de Shiki fue abandonar todas las reglas para escribir haiku, excepto el recuento de 5-7-5 onji y el kigo, o palabra de temporada. Hekigodo llevó el experimento un paso más allá y abandonó el recuento de 17 onji en favor del haiku de "verso libre".
Mantuvo el kigo porque consideraba que era una conexión esencial con el mundo natural.
Años despues se dedicó cada vez más al estudio del haiku tradicional, especialmente el de Yosa Buson.
Entre las obras de Kawahigashi se encuentran dos libros de comentarios, Haiku hyōshaku (1899) y Shoku haiku hyōshaku (1899), y la colección de haiku Hekigotō kushū (1916)
Hekigotō Kawahigashi murió el 1 de febrero de 1937.
Desde una bañera
arrojo agua al lago -
aparece un ligero lodazal.
Fuegos artificiales lejanos
que suenan, por lo demás
no hay nada
Camelia roja
camelia blanca
cayendo
El chapoteo
el agua del mar de la primavera choca contra
la puerta torii del santuario.
Lo enredan yedras
y lo enredan glicinas,
y el pino suena al viento.
Arranco una planta.
Su profundidad y su blancura
me duele
El primer trueno.
Es probable que sacuda
el puesto de muñecas escalonadas.
La nieve ligera
el hielo sin rastro
en el lago.
Rodilla con rodilla
la luna brillaba
qué frescor.
Un ayunante
ansía agua a medianoche,
un relámpago.
Arañando el vacío
yace el cadáver de un cangrejo:
montañas de nubes
En la tenue luz del alba
un árbol que florece en blanco,
el campo salpicado de rocío
Florecen las rosas de montaña,
chicas de fábrica en las ventanas
de una casa de vecindad
Después del motín...
una noche
noche de luna
Frío primaveral
una nube sin raíces
sobre el arrozal
Delante
de la puerta del templo en la montaña
las nubes pasan
jubilosas.
Equinoccio de primavera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario