miércoles, 7 de mayo de 2014

La tarde va llegando a su fin. Las escasas nubes tienen ese tono tan especial que el sol les confiere antes de desaparecer. Las plataneras lucen grandes racimos verdes apuntalados por estacones. En una de esas plataneras, sobre uno de los racimos, hay un nido.
Dentro, entre ramitas y hebras de musgo, tres huevos azulados. Justo en ese momento llega un mirlo y se posa suavemente. Su pico parece llevar el último retazo de sol. 

                                           


Viento del sur,
la flor de la platanera
rozando el suelo.








Poco a poco las sombras se van difuminando, llega la oscuridad, y allí sigue el mirlo, junto a esos huevos del mismo azul que el mar que nos rodea.

Entre los plátanos,
el silencio del mirlo
bajo la luna.

14 comentarios:

  1. Pues una preciosidad Leti, que quieres que te diga!
    Bsss
    j

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  2. Una belleza Leti, no hace falta agregar mas palabras a este instante tan lindo.
    beos

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    1. Me alegra que opines así de este momento. Muchas gracias Karin.

      Besos.

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    1. Gracias a ti Gorka por detener tu paso en este momento.

      Un abrazo _/\_

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    1. El mérito es de ese precioso mirlo que me permitió vivir tan lindo instante.

      Muchas gracias _/\_

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  5. Precioso Leti, llegan las sensaciones que viviste como si las estuviera viviendo yo también, muy hermoso el momento, el haibun y los haikus

    Un abrazo amiga

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    1. Gracias amiga, es muy lindo lo que dices y me alegra mucho.

      Un cálido abrazo.

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  6. ¡Qué belleza tan delicada la de esta entrada!

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  7. Muy hermoso el haibun Leti. Gracias por permitirnos mirar a través de tus ojos un momento tan especial.

    Un abrazo

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