El humanismo de Nakamura Kusatao

 




Nakamura Seiichiro, conocido como Nakamura Kusatao, nace el 24 de julio de 1901, en Amoi, provincia china de Fujian, donde su padre estaba destinado como diplomático. A los tres años regresa con su madre a Japón, concretamente a Matsuyama, cuna del haiku moderno, donde pasa su infancia y adolescencia.
En el año 1925 se muda a Tokio y se matricula en la universidad en el departamento de literatura alemana, atraído por la figura de Nietzche y otros pensadores existencialistas. Pero poco tiempo después fallecen su padre y su tía y el joven Seiichiro entra en una profunda crisis espiritual. Abandona la universidad durante una temporada sumido en constante estado de ansiedad y miedo a la muerte. Durante esta etapa descubre los poemas de Saito Mokichi y se interesa por la poesía japonesa.
De regreso a sus estudios decide cambiar de especialidad y se matricula en Literatura Japonesa, uniéndose a la sociedad universitaria de haiku.

nubes de invierno...
...se empujan sobre los arbustos...
de un manicomio

Al comienzo era autodidacta, pero en 1929 conoció a Takahama Kyoshi y pronto empiezó a colaborar en la revista “Hototogisu” guiado por Shuoshi Mizuhara.
Su primera coleccíon de haikus, “Choshi”, 1936, en cuya edición participó el propio Kyoshi, marcó el surgimiento de una nueva tendencia haiku, que los críticos llamaron la escuela de "La búsqueda de la vida humana" (jinsei tankyu ha) o simplemente "Búsqueda de lo humano" (ningen tankyu ha). Su estilo recibíó ciertas críticas, se le echaba en cara que era muy introspectivo.

¡Esta nieve que cae!
Que tan lejos está ahora
la era Meiji...

Nakamura escribió este famoso haiku cuando visitó la escuela de Seinan después de 20 años. Aunque la escuela no había cambiado, cuando vio a los niños con sus abrigos abrochados con botones dorados aparecer en el patio de la escuela, justo cuando empezaba a nevar, sintió el paso del tiempo desde que él mismo era un niño que iba a esa misma escuela con kimono y sandalias de madera.

Pero Kusatao no era una persona corriente. Sus estudios de literatura alemana y japonesa le dieron una visión diferernte del haiku. Era un pensador, un intelectual, pero al mismo tiempo era capaz de escribir poemas cargados de emociones.

Los brillantes días del otoño
Probablemente mis amigos también
tienen abuelas...

Mi madre le da cuerda
al despertador- el crujido de las alas
de las hormigas...


El primogénito de un sapo
deja su casa
sin ninguna razón…

En muchos de sus haikus va en contra de los preceptos de “Hototogisu” e introduce notas sociales en su poesía:


A la entrada de la universidad,
una multitud de estudiantes. La mayoría de ellos son pobres.
Gansos salvajes están pasando...


Puedo oír las botas
de una tropa en marcha.
El viento de otoño...


Y poco a poco se va alejando más de la línea del maestro Kyoshi.

...las currucas de los arbustos...
...todas con la misma canción,
Pienso en el hogar

Entre los mejores poemas de Kusatao están sus declaraciones de amor a su esposa e hijos.

Queriendo abrazar a mi esposa
regreso a casa en una soleada tarde de primavera
a lo largo de un camino de grava ...


los cinco dedos de mi bebé
agarrando firmemente el hombro
de mi kimono


En la cama en invierno-
el cuerpo de mi esposa huele
como el cuerpo de un niño...


Para Kusatao, su esposa encarnaba la misma esencia "eternamente femenina" que ha atraído a los poetas y artistas de todos los tiempos: espiritualizar, elevar, dar un incentivo para el trabajo. Todas las fuerzas creativas del Universo se concentraban para él en su esposa y sus cuatro hijas, que se convierten en objetos de amor y veneración:



El brillo de un arco iris
no me importan las otras mujeres
excepto mi esposa...


En el alegre verdor del verano
mi bebé tiene
sus primeros dientes creciendo...


el cielo es
del azul desde el comienzo del tiempo...
Recibo una manzana de mi esposa



Este haiku, al igual que muchos otros de Kusatao, hacen referencia al cristianismo ( en este caso a Adán y Eva) ya que su esposa era católica.

Otra mujer a la que amó profundamente fue a su madre:


la casa de mi madre cerca,
También me alegro del baño...
flores en el arbusto del té


la campana de Año Nuevo
mi esposa que está delante de mí,
y mi madre que no está


En los años de guerra, los haikus humanistas de Kusatao causaron un serio descontento entre las autoridades, que en aquellos momentos estaban realizando una “purga literaria”. Fue acusado injustamente de componer poemas subversivos y tuvo que cambiar su forma de expresarse.

Deja que la valentía
sea la sal de la tierra.
El ciruelo blanco como la nieve florece...


A la luz de la luna
las luces eléctricas golpean la pared-
un tren viene...


Orión en el cielo,
quioscos llenos de manzanas...
el camino de vuelta a casa...


El sonido de las olas.
El mar ha arrojado sobre la arena
la solitaria garra de un cangrejo...



A finales de los años 30, Kusatao ya no tiene relación con “Hototogisu”. Sus colecciones “Hi no shima” publicada en 1939 y “Honag” en 1940, se convirtieron en un manifiesto de una visión humanista del mundo:

Las cerezas
Están llenas de jugo púrpura.
Un hijo nace...

En 1946 lanzó y presidió la revista “Banryoku”, representativa de un grupo de poetas vanguardistas, y se dedicó a enseñar haiku a los más jóvenes.

hierba de primavera...
brotando para el perro
con piernas cortas


en un solo salto
el grillo ha regresado
a la oscuridad


en el siguiente viento de primavera
el barco que me lleva a casa
navega rápido


Es considerado como el primero de los llamados poetas humanistas. Los sentimientos humanos son expresados de forma muy especial en sus poemas y su manera de describir la naturaleza y los animales es extremadamente personal. Su obra está repleta de expresiones de amor por la familia, retratos, citas, y sus haikus destilan un lirismo muy refinado.

Kusatao falleció el 5 de agosto de 1983 dejando una huella imborrable en el haiku japonés del siglo XX. El día antes de su muerte, fue bautizado y adoptó el nombre cristiano de Johannes Maria Vianney Nakamura Seiichiro (Jean-Marie Vianney) Su lugar de descanso se encuentra en el cementerio de Itsukaichi en Akiruno, Tokio.
 
Sus colecciones de haiku:
  • Chōshi ( 長子 ). Sarashoten, Tokio 1936.
  • Hola no tori ( 火 の 鳥 ). Ryūseikaku, Tokio 1939.
  • Banryoku ( 萬 緑 ). Kōchō Shorin, Tokio 1941.
  • Koshikata yukue ( 來 し 方 行 方 ). Jibundō, Tokio 1947.
  • Ginga izen ( 銀河 依然 ). Mizuzu Shobō, Tokio 1953.
  • Bokyōkō ( 母 郷 行 ). Mizuzu Shobō, Tokio 1956. (239 haiku.)
  • Togi ( 時機 ). Mizuzu Shobō, Tokio 1980.



* NOTA: Para la realización de este artículo se han consultado varias fuentes, entre ellas:
“ONE HUNDRED HAIJIN AFTER SHIKI” de Susumu Takiguchi © 2017
“THE FADING GOLDEN AGE OF JAPANESE POETRY, tanka and haiku of the Meiji-Taisho-Showa period” de ALEXANDER DOLIN © 2015
“Il grande libro degli haiku” de Irene Starace © 2010


Leticia Sicilia 2020 ©

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