jueves, 11 de agosto de 2022

Haikus de Takaha Shugyo

 

Takaha Shugyo nació en la montañosa prefectura de Yamagata, Japón, el 5 de octubre de 1930.

Debido al trabajo de su padre, pasó su juventud en Onomichi (Mar Interior). Comenzó a escribir haiku a los 15 años, estudiando con Yamaguchi Seishi y Akimoto Fujio. Recibió el Premio a los Jóvenes Poetas del Ministerio de Educación en 1965 por su colección de haikus Birth y, en 1975, el Premio de Arte del periódico Mainichi .

 

Es fundador y director de la revista de haiku KARI, creada en 1978. En 1979 dimitió de la empresa para la que trabajaba desde que se graduó en la universidad y fundó un grupo de haiku y comenzó a ganarse la vida como seleccionador y comentarista.

Desde entonces se dedica al haiku, orientando en la composición de haiku a los miles de miembros de la Sociedad de Haiku Kari y publicando una revista mensual con el mismo nombre.

Es el presidente de la Haijin Kyokai (Asociación de Poetas de Haiku), que es la mayor asociación de poetas de haiku de Japón y cuenta con unos 14.000 miembros. Takaha Shugyo ha desempeñado siempre un papel central en el mundo del haiku japonés contemporáneo y, al mismo tiempo, ha sido un entusiasta exponente del arte de componer haiku en el extranjero. También es director ejecutivo de la HIA, juez de haiku del periódico Mainichi y del concurso nacional de haiku de la televisión NHK, director de la Asociación de Escritores de Japón y ha ganado muchos premios por sus haikus.

 

Como poeta profesional de haiku, se sabe que juzga unos 30.000 haikus cada mes. Eso supone unos 1.000 haikus al día, sólo los que juzga, la mayoría para su publicación. Incluso ha escrito un poema sobre este increíble logro:

 

el canto de los grillos de los árboles-

después de haber juzgado

mil versos en un día

 

Es uno de los autores más productivos de Japón.


 

desde el rascacielos

el fresco verdor de los árboles

como el perejil


 

 

 

los gansos parecen volar hacia el sur-

la llama de la vela

sigue parpadeando

 

 

 

 

camelias caídas-

si yo fuera una,

me lanzaría al torrente

 

 

 

 

¡Oh! la mujer de alguien

llevando patines de hielo

con las cuchillas mojadas

 

 

 

Un solo árbol,

un corazón tallado en su tronco,

florece prematuramente...

 

 

 

 

 

sudor en mayo-

demasiado hermoso

para limpiarlo

 

 

 

calor de otoño-

las jaulas se agitan

en el mercado de aves

 

 

un caballo llena

el pesebre del establo

Navidad

 

 

Dentro de la cáscara agrietada

de una nuez

una habitación vacía

 

 

Tráeme un carámbano

que brille con las estrellas

del norte profundo

8 comentarios:

  1. Muchas gracias Leti por la entrada. Como siempre muy interesante. Un abrazo.

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  2. Gracias. Aunque hace falta colocar el texto original. 🤗

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  3. Juan Carlos Durilén16 de agosto de 2022, 1:46

    Muy buen trabajo, querida amiga. Como siempre.
    Gracias por presentarnos, una vez más, la situación del haiku contemporáneo en su propia cuna.

    Lo mejor para ti, Leti.
    Un gran abrazo.

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    1. Muchas gracias querido Juan Carlos, un placer compartir.

      Un abrazo.

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  4. Qué maravilla, Leti, me han encantado!
    Muchas gracias por toda tu labor y por compartirlo.
    Un abrazo grande.

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    1. Muchísimas gracias Grego, me alegra que te hayan gustado.

      Un cariñoso abrazo.

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