NUKATA NO OKIMI - LA HISTORIA DE LA PRINCESA NUKATA
La importancia de la mujer en
la literatura japonesa es indiscutible. Mujeres de toda condición social, con
formas de pensar y de vivir muy diferentes unidas por su amor a las letras han
dejado su huella en la Historia. En sus poemas expresaban emociones, deseos,
amores prohibidos, protestas… pero siempre de forma delicada y sencilla, sin dejar
nunca de lado a la Naturaleza.
Una de esas mujeres fue Nukata
no Okimi (Princesa Nukada o Nukata) una de las primeras damas japonesas de las
que se conserva su obra y ésta es su historia.
Nukata
no Okimi, conocida como Princesa Nukata o Nukada, vivió en el período comprendido entre el año 630 y el 690,
en la Era Asuka. Mujer de gran influencia en la Corte, fue una de las grandes
poetisas de su tiempo y su obra se considera todavía hoy de gran importancia.
Además, protagonizó una curiosa historia de amor junto a dos emperadores,
hermanos y rivales.
Hija del Príncipe Kagami,
desde muy joven demostró su habilidad para la poesía. Sus poemas son famosos
por su delicada sensibilidad y sostificación lingüística. En la colección Man’yo-Shu* (Colección de las mil hojas)
aparecen algunos de sus poemas en los que esta poetisa plasma su vida, sus
amores, sus alegrías y penas. Por desgracia, no hay ninguna otra evidencia de
la producción literaria de Nukata, ya que fue una de las primeras mujeres de la
nobleza que se dedicó a la poesía.
Su obra se divide en poemas
cortos (tanka) y poemas largos (chôka)
En Man’yo-Shu* los poemas atribuidos a Nukata son:
Poemas cortos: nº
7,8,9,20,21,111,112,113,151,488,1606 ( repetición del 488)
Poemas largos: nº 16, 17,155.
El número 9 ha llegado a
nuestros días incompleto:
*****
*******
wa ga seko ga
itataseri ken
itsukashi ga moto
*****
*******
… mi amor estará
permanentemente al pie
de este roble sagrado.
Dos poemas de la autora se
publicaron más tarde en dos de las 21 antologías imperiales. Shinchokusen wakashu y Shinshui wakashu.
Aki
no no no / mikusakari fuki, / yadorerishi / Uji no miyako no / kariiho shi
omohoyu (Man’yo-shu 7)
Recuerdo
nuestro
refugio de Uji
donde
me quedé
bajo
un techo de cañas
cortadas
en el campo de otoño.
Este poema lo escribió siendo
aún adolescente, cuando entró al servicio de la Emperatriz Kogyoku, que en esos
momentos se retiraba del trono temporalmente y que al año siguiente (645) regresaría
bajo el nombre de Emperatriz Saimei. La poetisa y la emperatriz mantuvieron
siempre un estrecho contacto.
En este poema habla de la añoranza
que siente la emperatriz por tiempos pasados, concretamente de una época en la
que tuvo que alojarse en una modesta choza. Este sentimiento de nostalgia era algo
que no se le permitía expresar en público y que Nukata hace en su nombre de
forma sutil.
El segundo poema, que aparece
en Man'yo-shu, es de gran belleza y se considera una pieza maestra.
Nigitazu
ni / funanori semu to / tsuki mateba, / shiho mo kanahinu. / Ima ha kogiide na (Man’yo-shu 8)
Esperando
a que salga la luna
Para
echar nuestros barcos al mar
en
Nigitazu,
la
marea ha subido.
Venga,
¡vamos ahora a remar!
Escrito por Nukata, alentaba a
los soldados a embarcar rumbo a un conflicto armado.
Nigitazu estaba situado en
Iyo, la provincia de Ehime, en la isla de Shikoku, todavía famosa por sus baños
termales y como lugar de recreo.
Por entonces, Nukata había
tenido una hija con Ooama-no-Ooji (más
tarde emperador Temmu) segundo hijo de la Emperatriz Saimei. Su maternidad no
la distrajo lo más mínimo de sus labores y su poder en la Corte se acrecentaba
aún más.
El primer hijo de Saimei,
Nakano-Ooeno-Oji se convierte en emperador a la muerte de su padre comenzando
su era, Tenji, en el año 663. Nukata continúa en la Corte, se cree que como una
de las esposas del nuevo emperador, hermano mayor de su primer amor.
En sus poemas nunca relata los
motivos por los que se unió al Emperador Tenji estando todavía enamorada de
Temmu, aunque se cree que fue por motivos políticos.
Umasake
/ Miwa no yama / awoniyoshi / Nara no yama no / yama no ma ni / ikakuru made /
michi no kuma / itsumoru made ni / tsubara ni mo / mitsutsu yukamu wo / shiba
shiba mo / misakemu yama wo / kokoro naku / kumo no kakusahu beshi ya (Manyoshu 17)
¡Monte
Miwa!
de
verde hermoso
entre
las colinas de Nara
se
va desvaneciendo
hasta
desaparecer,
al
doblar las curvas
que
siguen a otras,
me
voy y me vuelvo
veces
y veces sin cuenta
a
mirar desde la distancia
hacia
donde estaría el monte
queriendo
verlo todavía.
Oh,
nubes sin corazón!
pero
por qué lo ocultáis así?
Miwa
yama wo / shikamo kakusu ka / kumo danimo / kokoro aranamo / kakusahu beshiya
Yo
quiero recordar bien la imagen hermosa
del
monte Miwa,
las
nubes lo ocultan,
si
tienen un poco de corazón,
El Monte Miwa. A su
entrada, el poema de Nukata inscrito en piedra.
Una de las interpretaciones de
este poema es que lo escribió la princesa Nukata cuando la capital fue
trasladada de Asuka a Omi. En el 667, la capital en Asuka fue traslada a Ômi
(en la actual prefectura de Shiga), quizá por estar más lejos de la costa y más
fácil de defender el país, cuando los ejércitos extranjeros vinieran a invadir
a Japón.
El Monte Miwa representaría a Ooma-no-Oji
(Temmu) a quien la princesa debía dejar para trasladarse a Omi. En cambio otros
autores afirman que pudo ser el propio Tenji el que lo escribió, expresando su
tristeza por tener que abandonar el Monte Miwa, el lugar de culto sagrado
tradicional de la Corte de Yamato.
El monte Miwa, de 467 metros
de altura, es un lugar sagrado, y se consideraba la morada del dios Ômononushi
Ôkami.
También puede ser que estos
dos poemas fueran escritos por Nukata y Temmu a escondidas, ocultando su mutuo
amor a ojos de la Corte.
El siguiente poema lo compuso
en una ocasión en la que Tenji le propuso a su Primer Ministro, Fujiwara
no Kamatari, que juzgara si la Naturaleza era mejor en primavera o en otoño.
Este hecho sugiere la sensiblidad que desde la antigüedad han tenido los
japoneses hacia estas dos estaciones del año y que perdura hasta nuestros días.
Nukata, haciendo alarde de su
gran dominio de la palabra y sutileza escribió un poema en el que expresa su
preferencia por la discreción del otoño, con sus colores suaves.
Fuyukomori
/ haru sarikureba / nakazu arishi / torimo nakikinu / sakazu arishi / hana mo
sakeredo / yamo wo shimi / irite mo torazu / kusa fukami / torite mo mizu /
akiyama no kono ha wo mite ha / momiji woba / torite zo shinohu / awoki woba /
okite zo nageku / soko shi urameshi / akiyama ware ha (Man’yo-shu 16)
Cuando
la primavera llega
liberada
de estar sumida en el sueño del invierno
los
pájaros que habían estado esperando
estallan
en cantos.
Los
brotes que habían estado ocultos
explotan
en flor.
Las
montañas están tan boscosas
que
no podemos hacer el camino,
Y
las flores están tan enredadas en las ramas
que
no podemos cogerlas
Pero
cuando miramos las hojas de las montañas otoñales
Tomamos
las hojas amarillas y las admiramos
dejamos
las verdes y suspiramos.
Otro de los poemas se dice que
fue compuesto en el año 668, cuando Tenji se ha trasladado al nuevo palacio de
Omi. El Emperador Teni invita a toda la corte a una cacería, y entre los
invitados está su hermano Ooma-no-Oji (Temmu) a quien Nukata aún ama y al que
dedica esta composición de forma muy sutil:
Akane
sasu, / murasaki no yuki, / shime no yuki, / nomori ha mizu ya, / kimi ga sode
furu. (Man’yo-shu 20)
Yendo
por este camino carmesí
en
campos relucientes de murasaki
yendo
por este camino de dominio imperial
¿no
verá el guardián
que
me agitas las mangas?*
Murasaki es una planta típica
de la región utilizada para producir tinte de color púrpura, reservado para los
ropajes del Emperador y la nobleza. Su cultivo era restringido y siempre en tierras
pertenecientes a la familia imperial.
Temmu sacudió las mangas como
era costumbre para saludar, pero Nukata teme que Tenji sospeche algo.
El “tú” al que se dirige Nukata
es el príncipe Ooma-no-Oji (Temmu) y el guarda es el Emperador Tenji. El poema
es bastante atrevido, pero se acepta en el ambiente festivo en el que se
desarrolla. En ese momento el príncipe Ooma (Temmu) tiene dos esposas, hijas de
su hermano y algunas amantes, y Nukata está con Tenji, como una de sus esposas.
La respuesta de Temmu a este poema es la que sigue:
Murasaki
no / nihoheru imo wo / nikuku araba / hitozuma yue ni / ware kohi meyamo
(Manyoshu 21)
Si
sintiera resentimiento hacia ti
que
eres tan hermosa
como
el púrpura murasaki
¿Estaría
enamorado de ti
que
eres la esposa de otro?
El príncipe dice que no siente
resentimiento hacia ella, aunque ahora sea la esposa de otro y que la sigue
amando.
Kimi matsu to / aga kohi woreba / waga yado no /
sudare ugokashi / aki no kaze fuku (Man’yo-shu 488)
Mientras
te espero
con
enorme anhelo
las
persianas
de
mi ventana se mecen
Kajita Hanko (1909)©
Pero lo más curioso viene en
otros versos, ésta vez escritos por el propio Tenji, en el que se queja amargamente
de la enemistad que este triángulo amoroso ha sembrado entre los dos hermanos:
El
monte Kagu se peleó con el monte Miminashi
por
el amor del monte Unebi.*
Así
es el amor desde la época de los dioses;
al
igual que en los días antiguos,
la
gente sigue peleándose por las esposas, incluso ahora.
* Estos tres montes rodean la
provincia de Yamato, y están muy cercanos entre sí; el monte Unebi se encuentra
situado entre los otros dos.
Este triángulo amoroso acaba
con la muerte de Tenji en el año 672. Nukata escribe este poema ante la tumba
del que había sido su esposo:
Yasumishishi
/ wago ohokimi no / kashikoki ya / mihaka tsukahuru / Yamashina no / Kagami no
yama ni / yoru ha mo yo no kotogoto / hiru ha mo / hi no kotogoto / ne nomi wo
/ nakitsutsu / arite ya momoshiki no / ohomi ya hito ha / yuki wakarenamu (
Man’yo - shu 155)
Nuestro
gran señor
quien
gobierna las ocho regiones
con
sobrecogimiento construimos
su
tumba real
en
Yamashina
en
el Monte Kagami
por
la noche
todo
a lo largo de la noche
y
durante el día
durante
todo el día
cuando
todo lo que hacemos
es
seguir llorando en voz alta
están
los cortesanos
del
gran palacio
¿ahora
a punto de irse y dispersarse?
Se cree que el hecho de que
los cortesanos se dispersaran con rapidez tras la muerte del emperador, se
debía a la cercanía de la guerra de Jinshin por la sucesión al trono.
Kakaramu
to / kanete shiriseba / ohomi fune / hateshi tomari ni / shime yuhamashi wo (
Man’yo-shu 151)
Si
hubiera sabido de antemano
lo
que iba a pasar
habría
enviado señales
en
el puerto donde el barco
estaba
atracado.
Este poema fue escrito durante
las ceremonias de purificación (akari) que siguieron a la muerte del emperador
Tenji antes de ser enterrado.
Aquí Nukata expresa que si hubiera sabido de antemano que
el emperador iba
a morir, hubiera puesto señales de prohibición a la entrada
del puerto para que
los espíritus malignos no hubiesen podido entrar.
La muerte de Tenji provoca un
grave enfrentamiento entre su sucesor (uno de sus catorce hijos, el príncipe
Ōtomo) y Ooma, su hermano (futuro emperador Temmu) que había fingido retirarse
a Yoshino para ser monje, aunque en realidad su intención era hacerse con el
trono. La contienda acaba con la victoria de Ooma, al fin Emperador Temmu,
quien reinaría hasta su muerte en el año 686.
Años más tarde, Nukata, retirada ya de la
vida imperial, entabla amistad con el príncipe Yuge no Miko (hijo de Temmu). A pesar de haber amado toda la vida a Temmu, Nukata decidió salir de la Corte y vivir con humildad el resto de sus días.
El príncipe, tras la muerte de
su padre, envió a Nukata un poema con una rama de pino de Yoshino recubierta de
musgo y la poetisa le respondió:
Mi
Yoshino no / tamamatsu ga e ha / hashiki kamo / kimi ga mi koto wo / mochite
kayohaku (Man’yo-shu 113)
Ah,
cuánto amé
la
preciosa rama de pino
del
espléndido Yoshino,
por
traerme tus palabras!
El murmullo de las ramas de
los pinos es para Nukata la voz de su amado.
Este poema parece haber sido
escrito por el príncipe Yuge no miko para Nukata, con motivo de un viaje de la
emperatriz Jitô (690? -697) al palacio de Yoshino. El nombre científico es
Daphnyphyllum macropodum, en japonés yuzuriha.
Inishie
ni / kohuru tori kamo / yuzuruha no / mi i no uhe yori / nakiwatariyuku (
Man’yo-shu 111)
Es
un pájaro que tiene nostalgia del pasado
lo
que vuela cantando
sobre
el pozo,
cerca
del árbol de Daphne.
También hay versiones que
indican que estos dos poemas fueron un intercambio entre Nukata y Temmu,
refugiado en Yoshino antes de tomar el poder y ascender al trono en 673.
Inishie
ni / kohuramu tori ha / hototogisu / kedashi ya nakishi / aga moherugoto
(Man’yo-shu 112)
El
pájaro que tiene nostalgia del pasado
es
un cuco.
Tal
vez lloró,
y
como él yo también
por
mi amor perdido.
Es la respuesta de Nukata al
poema anterior. Ella responde que también tiene nostalgia por ese pasado y por
el amor perdido.
Nukata no Okimi
*Man'yo-shu (Colección
de las diez mil hojas) contiene poemas escritos en japonés de la época, es
decir, utilizando fonéticamente caracteres chinos. La obra consta de 4.496
poemas organizados en 20 tomos La gran mayoría de piezas (4200) son tankas,
estructuradas en cinco versos (5/7/5/7/7/7). 262 poemas son chôka o nagauta,
que alternan un gran números de versos de 5 y 7 sílabas (puede llegar hasta 200
versos) También hay 62 sedoka (seis versos de 38 sílabas) y cuatro poemas
escritos en chino. Los poemas se dividen en tres grandes categorías temáticas:
zoka (varios), somon (preguntas mutuas o poemas de amor) y banka (elegies). Los
poemas abarcan un período de cuatro siglos y es probable que su intención era
cantarlos.
El presente artículo ha sido traducido desde el inglés al español por lo que las versiones de los poemas pueden contener errores respecto al japonés original. Cualquier aclaración al respecto será bienvenida.
Fuentes
consultadas:
Man’yōshū
and the Imperial Imagination in Early Japan by Torquil Duthie ©
http://www.club.it/culture/culture97/aldo.tollini.97/indice-i.html©
https://sites.google.com/site/.../home/biografie/.../nukata-no-okimi©
Traducción al español: Leticia
Sicilia©2018
¡Hermosa historia, Leti!
ResponderEliminarGracias por compartirla. Pone de manifiesto que el amor y la poesía siempre han venido de la mano por el mismo camino en que la belleza del corazón y de la naturaleza están presentes. Que a pesar de los siglos se siente su frescura y su emoción...
Un abrazo, amiga.
Gracias por tu lectura Juan Carlos. A mí me resulta fascinante descubrir estas joyas literarias, y comprobar cómo los sentimientos y las sensaciones no varían a lo largo de los siglos.
EliminarUn cálido abrazo amigo.
Una maravilla, muchísimas gracias por traducir estos hermosos poemas.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias a ti por la visita y la lectura.
EliminarUn abrazo.