Y como está en las hojas altas, las más lejanas, no alcanzas a distinguir qué es ese algo. O tal vez ese algo esté oculto entre las hojas y solo sea apreciable su movimiento.
La buganvilla blanca, sobre el fondo blanco, hace resaltar mucho las hojas. Qué bien elegida la imagen.
Es un placer pasar por aquí y leer tan maravillosos haikus. Tu comentario dejado en el blog de Josefa. Hace que me sienta honrada por venir de una gran haijin. Mi admiración es profunda por todos los que como tú hacen del haiku un arte. Estoy aprendiendo mucho de todos los blog como el tuyo. pero me cuesta escribir alguno de vez en cuando. Gracias por estar.
Me alegran mucho tus palabras Josefa. Sólo soy una aprendiz, el arte del haiku es un continuo aprendizaje, y contar con la compañía de personas tan sensibles como tú es para mi muy importante. Gracias de corazón.
Y como está en las hojas altas, las más lejanas, no alcanzas a distinguir qué es ese algo. O tal vez ese algo esté oculto entre las hojas y solo sea apreciable su movimiento.
ResponderEliminarLa buganvilla blanca, sobre el fondo blanco, hace resaltar mucho las hojas. Qué bien elegida la imagen.
Un beso y feliz domingo :-)
¡Muchas gracias Ana!
ResponderEliminarQue tengas una feliz semana amiga.
Besos.
Es un placer pasar por aquí y leer tan maravillosos haikus.
ResponderEliminarTu comentario dejado en el blog de Josefa. Hace que me sienta honrada por venir de una gran haijin. Mi admiración es profunda por todos los que como tú hacen del haiku un arte. Estoy aprendiendo mucho de todos los blog como el tuyo.
pero me cuesta escribir alguno de vez en cuando.
Gracias por estar.
Me alegran mucho tus palabras Josefa. Sólo soy una aprendiz, el arte del haiku es un continuo aprendizaje, y contar con la compañía de personas tan sensibles como tú es para mi muy importante.
ResponderEliminarGracias de corazón.
Un beso.